¡Ojo con las extensiones de pestañas!
Ya sabes lo que es despertar cada mañana con una mirada brillante y llamativa gracias a tus extensiones de pestañas. Tan solo este elemento te hace lucir maquillada, aunque no tengas nada puesto, pero para disfrutar al máximo este efecto, proteger tu inversión, y de paso tus ojos, es fundamental cuidarlas.
Las extensiones de pestañas no son Plug and Play
Estoy segura de que tu objetivo es una mirada sexy, y unos ojos rojos y llorosos no encuadran con esa descripción. Lo creas o no, eso es justo lo que puede ocurrir si te dejas las extensiones de pestañas, sin ningún tipo de cuidado, ya que los párpados y las pestañas son una parte crucial del cuidado de tu salud ocular.
Te cuento por qué:
* Las pestañas son una barrera natural: Ellas protegen nuestros ojos del polvo, pelusas e incluso bichos, además de proveer un poco de sombra en días soleados.
* Los párpados son fundamentales en la visión: Son los responsables de esparcir la lágrima, ayudando a mantener tus ojos humectados, y no solo eso, también protegen el globo ocular y favorecen tu descanso.
Como puedes leer, los párpados y las pestañas trabajan en conjunto para que tus ojos estén sanos. Ahora bien, ¿cuál es el asunto con las extensiones de pestañas? Simple, que no son parte de tus ojos. Las extensiones pueden afectarlos de estas formas:
- Daño en las glándulas de Meibomio. Estas glándulas ayudan a que la lágrima se mantenga más tiempo en el ojo manteniendo la lubricación. La irritación por el pegamento, o bien un adhesivo mal puesto, puede obstruirlas causando un orzuelo o dañarlas al punto que baje la calidad de tu lágrima y por ende desarrolles ojo seco.
- Infecciones. Al no limpiarlas de forma adecuada, tus pestañas pueden terminar llenas de polvo, grasa, maquillaje, parásitos y bacterias, lo que puede llevar a infecciones en los párpados (sí, como el orzuelo) e incluso infecciones oculares como la conjuntivitis.
- Ojo seco. Unas pestañas extragrandes cambian la forma en la que el aire pasa y se distribuye por tu ojo, lo cual quiere decir que, tienes un abanico ¡directo en tus ojos!. Esto puede ocasionar sequedad ocular, que a su vez puede llevarte a problemas visuales, ojos rojos y llorosos.
Para que luzcas bien, hablemos de la prevención.
Primero, conversa con tu artista de pestañas sobre los cuidados que debes tener y sigue los pasos que te da al pie de la letra. Toma en cuenta que el día que te coloques las extensiones deberás esperar hasta 24 horas antes de lavarlas, por lo cual ese día opta por la menor cantidad de maquillaje que puedas para que no te afecte. Sin más preámbulos, repasemos las recomendaciones:
- Limpieza:
- Dentro de tu rutina debes contemplar lavarlas con el shampoo especial para pestañas, la brocha de limpieza y agua. Una vez limpias, sécalas con un abanico especial y luego péinalas.
- Nota: siempre usa el abanico con los ojos cerrados para evitar que se sequen tus ojos.
- Evita el calor:
- El calor extremo, como el de las saunas o las duchas muy calientes, puede dañar el adhesivo y, en algunos casos, deformar tus nuevas pestañas.
- Visita a tu especialista de pestañas:
- Aproximadamente cada 3 semanas deberás pasar para que revisen cómo están tus pestañas y reponer las que hagan falta.
- Asiste con regularidad a tu especialista de la visión:
- No uses extensiones de pestañas sin un especialista visual de cabecera. Él o ella deberán revisar cada 3 a 6 meses que la salud de tus ojos, tus párpados y pestañas esté bien para que puedas seguir utilizando tus extensiones sin poner en riesgo tu visión.
- Si experimentas algún síntoma como enrojecimiento, dolor, picazón o visión borrosa, ve de inmediato con tu oftalmólogo.
Tus extensiones de pestañas son una inversión en tu belleza y la idea es que puedas disfrutar de una mirada espectacular por más tiempo mientras mantienes la salud de tus pestañas naturales y de tus ojos.
Recuerda: la vida se ve mejor, cuando te cuidas.
Dra. Julieta